jueves, 19 de mayo de 2011

Piratas del Caribe: En mareas misteriosas. Jack Sparrow no descansa nunca

Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas. Cuarta entrega con Johnny DeppJack Sparrow en una de las franquicias cinematográficas más rentables de los últimos tiempos. Supuestamente el asunto quedaba cerrado en una trilogía, que siempre queda cuco, pero el dinero manda y no están las cosas como para andarse con tonterías cuando hay matemáticas de por medio. Si bien la tercera parte de la saga se iba demasiado por las ramas, afectando al ritmo del espectáculo, el primer episodio y su continuación convencieron, con cierta unanimidad, al público y a la crítica, atendiendo, eso sí, al criterio de los especialistas defensores del buen cine de evasión. al frente como
La aventura vuelve a ser la protagonista absoluta en esta hazaña de Jack Sparrow, interpretado una vez más, con el gracejo e histrionismo habitual del singular Johnny Depp. La diferencia principal de ‘Piratas del Caribe: En mareas misteriosas’ respecto a sus predecesoras es su reparto. No repite la parejita (Orlando Bloom y Keira Knightley), pero a cambio tenemos a Penélope Cruz. No falta, afortunadamente, Geoffrey Rush, encarnando una vez más al carismático Capitán Barbossa (¡menos mal, un pirata de verdad!).
Tras ser enemigos aparentemente irreconciliables, Sparrow y Barbossa unen sus fuerzas en una peculiar alianza. Ambos quieren encontrar la mítica Fuente de la Juventud, un enigma que actúa como motor de la acción en este capítulo de estreno que llega a la cartelera para comérselo todo visto el panorama. Penélope se pone en la piel de un antiguo amor de Depp que parece jugar con los sentimientos del bucanero en su propio beneficio. El amor y la traición brillan en una trama que hay que entenderla como otra excusa para desplegar la pirotecnia propia de la serie, la marca de la casa.

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